Movernos con el coche por la ciudad ya no es una pesadilla gracias a múltiples herramientas tecnológicas que cada vez nos facilitan más los desplazamientos, pudiendo recurrir a una amplia gama de dispositivos que incluyen desde los TomTom hasta los buscadores de parkings, pasando por las soluciones de Google Maps, así como las de un variado catálogo de aplicaciones, cuyas prestaciones puedan llegar a desafiar nuestra imaginación.
TomTom, una apuesta segura con novedades recientes
Este soporte de ayuda a la conducción, que ya es todo un clásico, va perfeccionando sus dispositivos incorporándoles elementos novedosos. Así, en la Feria Automovilística de Ginebra de marzo de 2016 mostró su nueva gama TomTom NavKit que, entre otros avances, incluye la actualización a tiempo real de los mapas, en una tecnología que irá integrada en automóviles de las firmas Fiat, Toyota y Wolkswagen, que incorporarán también el TomTom Traffic, cuyas altas prestaciones a la hora de desplazarse por la ciudad evitando atascos son bien conocidas por los conductores que tienen la suerte de usarlos.
La compañía ya lanzó en noviembre de 2015 sus nuevos modelos de la serie TomTom Go, el 51 y el 61, que aportan mapas en 3D de cualquier parte del mundo, cuya vigencia la firma promete que será permanente ya que se actualizarán de manera gratuita, al tiempo que estos dispositivos mejoran también en la integración con smartphones y tabletas, desarrollando nuevas funcionalidades en el menú principal como los botones ‘llévame a casa’ o ‘llévame al trabajo’.
Google Maps, otro clásico de máxima fiabilidad (casi siempre)
Los mapas de Google Maps garantizan el soporte necesario para la realización de despazamientos, si no por tierra, mar y aire, sí que a pie, bicicleta, moto, transporte público y desde luego en coche. Siempre y cuando nuestros dispositivos no tengan problemas de conexión a Internet, claro. Con todo, tampoco conviene tener una fe tan ciega en Google Maps, como bien sabe una mujer estadounidense que recientemente perdió su casa al ser demolida por error, ya que aparecía en la aplicación con las coordenadas de otro inmueble que se quería derribar. Google Maps es además una aplicación que podemos ver integrada dentro de otros buscadores como por ejemplo este buscador de parking de Empark.
BePark, para evitar sobresaltos en los parkings
Otras herramientas interesantes para desplazarnos por las ciudades son las Apps que nos ayudan a encontrar parking, destacando particularmente entre las mismas BePark, que no solo nos informa sobre los aparcamientos públicos más cercanos a nuestra posición, sino que además una vez que aparcamos nos permite saber el importe que vamos acumulando, permitiéndonos también pagar con el propio smartphone.
My Car Locator, muy apta para desmemoriados
Los conductores más despistados no tendrán que devanarse la cabeza para localizar su coche, ya que esta aplicación les guiará a su vehículo si han guardado su posición al aparcarlo.
Waze, siempre en alerta
Waze es una App articulada a partir de una red de usuarios que comparten información sobre la presencia de controles, radares o cortes por obras. La aplicación tiene además un sistema de alerta que se activa si detecta alguna incidencia en nuestras rutas habituales, recomendando trayectos alternativos.
Kaza Live, por si hay radares
Esta App avisa de la presencia de radares en la medida que lo permite la legislación vigente, al tiempo que su comunidad de usuarios también aporta valiosas informaciones que resultan de gran utilidad si se está al volante.
EOBD Facile, se acabaron las luces misteriosas
Con esta aplicación las luces que nos avisan de alguna incidencia dejan de ser un misterio, ya que cuando se produce alguna avería nos explica perfectamente lo que ha sucedido, aunque para ello requiere de un dispositivo suplementario.
iCar Black Box, la caja negra de los coches
Si se produce un cambio busco de velocidad o dirección, esta App activará una cámara que grabará lo que suceda, siendo una aplicación especialmente valiosa a efectos periciales ya que registrará la localización exacta del hipotético percance, además de sus circunstancias, como por ejemplo la velocidad a la que circulaba nuestro vehículo.